domingo, 18 de abril de 2010

"Británicos rigurosamente vigilados" alarmados por ser espiados con "microchips"

Un grupo defensor inglés de las libertades individuales, la Big Brother Watch descubrió sin que supieran los británicos que una diminuta placa electrónica emitía información programada al ser colocados en 2,5 millones de cesto de basura domiciliarios.
El objetivo del microchip es registrar el peso de los desperdicios colocados en los cestos de los domicilios donde se arrojan la basura de 68 municipios entre ellos Bristol, Belfast y Leeds y dijeron que no hay que temer ya que la intención es mejorar el saneamiento, para identificar aquellos residuos que se reciclan y obtener un estímulo a los que lo realizan. Éste argumento fue similar al que dijeron cuando se instalaron 28.600 cámaras de circuito cerrado en la ciudad de Londres, con el objeto de proteger a la gente de la delincuencia, pero que en definitiva sirvió para que la mayor parte del tiempo se usara para vigilar los inocentes transeúntes ó automovilistas para la aplicación de multas.
Según Corinne Thomson de la Asociación de Gobierno local de Gales la instalación subrepticia de los microchips en los cestos fue para evitar que fueran vandalizados, a pesar del avance tecnológico terminó costando bastante y como tal no se quiso derrochar la inversión.
Se cree que el sistema ayudará a reducir los costos de reciclaje y bajar los impuestos, afirmó.
La iniciativa de Alan Johnson, ministro de Interior es avanzar en el método para también ser utilizado en 8 millones de perros que viven en la calle y poder controlar a los peligrosos o para que el propietario deba tener que adquirir un seguro sobre el animal para resarcir gastos por daños y perjuicio que la mascota pueda provocar a un tercero.
El cumplimiento de éstos requisitos serán monitoreado por el microchip por lo que se deberá abonarse un costo de U$S 25.
Al estar prohibido en el país británico la portación de armas, los perros se convirtieron en el medio de sustitución para la intimación por parte de los ladrones y delincuentes, y en Londres ya alcanza un aumento significativo ya que en 2002 al 03 fue de 48 a 740 casos para 2008/9, y más de 5000 carteros fueron mordidos por los canes.
Para Deane en Belfast la iniciativa es un disparate ya que prepara el terreno para un impuesto adicional canino a su propietario como una invasión a su privacidad inglesa.
Gran Bretania es el país más vigilado del mundo con sus 4 millones de cámaras a razón de 1 por cada 14 habitantes lo cuál para los británicos significa una pesadilla como aquella imaginada por George Orwell en su novela 1984; el microchip espión.