lunes, 5 de enero de 2015

Autos eléctricos sin conductor para 2020


Comienzan a surgir vehículos eléctricos capaces de hacer trayectos cortos de manera autónoma, y de reaccionar apropiadamente ante obstáculos imprevistos, como por ejemplo una roca caída en la carretera o un peatón imprudente que cruza la calle sin mirar.


Los automóviles “inteligentes”, seràn capaces de conducirse a sí mismos, no solo realizarán como rutina operaciones engorrosas para los conductores humanos como estacionar en un espacio pequeño, sino que incluso serán capaces de encontrar la estación de servicio para recarga elèctrica más cercana sin necesidad de conducirlo.como así evitar un posible topetazo cuando está estacionando, también vigilar la carretera é indicar la distancia de seguridad necesaria que debe mantenerse con respecto al vehículo delantero mientras circula.
Científicos del Instituto Fraunhofer de Ingeniería de Producción y Automatización (IPA) en Stuttgart, Alemania, trabajan en vehículos que sean capaces de autopilotarse a través de carreteras con tráfico y sin ayuda humana para después del 2020.
La especialidad del IPA es el desarrollo de robots. En el edificio del instituto existe un prototipo que se desplaza sobre cuatro ruedas y es capaz de encontrar independientemente la ruta a seguir, incluso a través de un terreno desconocido. Los retos que el robot debe afrontar son similares a los de la conducción automática con los sensores que necesitan observar el entorno para detectar eventuales obstáculos y permitirle así al robot hacer un rodeo cuándo un obstáculo se interpone en su camino evitarlo, y luego seguir circulando hacia el punto de destino deseado. 
El coche se ocupa de todo por sí mismo, se comunica a través de una interfaz inalámbrica con la estación de recarga y el centro de control del parking. 

En este proceso, proporciona información sobre su nivel de carga y su posición y si la batería está baja en la estación de recarga tiene una toma libre de corriente, maniobra hasta allí en la zona de estacionamiento y al llegar se carga por inducción, sin cables. Después sale de ése espacio a fin de librerarlo para el próximo coche eléctrico, y se dirige hacia una playa de estacionamiento libre. De ésta forma, las estaciones de recarga están disponibles y pueden utilizarse con el máximo aprovechamiento.
Para segurar una eficiencia a todas éstas circunstancias y otras, el equipo de Maidel está instalando cámaras de ultrasonidos, radares y escáneres láser que perciban el área de alrededor hasta una distancia de 200 a 300 metros.
Todo apunta a que la cantidad de accidentes,incluyendo los casos mortales provocados por automóviles robóticos será muy inferior a la que inexorablemente provocan los conductores humanos; de modo que el resultado global con su uso en el futuro será beneficioso.
Pero la otra preocupación surge que se haga un mal uso de éstos automóviles, por delincuentes y sobre todo terroristas crackeándolos para que provoquen accidentes, o simplemente cargando en ellos una bomba con temporizador detonable a distancia enviándolos hacia su objetivo, sin que los terroristas deban tomar parte del acto de presencia en el lugar atentado. Evitar ésta clase de riesgos requerirá desarrollar otras medidas de seguridad màs oportunas.

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